La Reserva Natural La Planada es una reserva privada fundada en 1982 por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y la Fundación para la Educación Superior. Está ubicada en la vertiente occidental de la Cordillera Occidental, en jurisdicción del Municipio de Ricaurte (Nariño), muy cerca de los límites fronterizos con Ecuador (Figura 1). A la Reserva se puede llegar por vía aérea desde Bogotá hasta las ciudades de Pasto, Ipiales o Tumaco. Si se llega por Pasto o Tumaco se debe tomar la carretera que conecta a estas dos ciudades, hasta llegar al poblado de Chucunés en el municipio de Ricaurte. Si se llega por Ipiales, se debe tomar
la carretera que conduce a la población de El Espino y luego seguir en dirección hacia Tumaco hasta llegar a Chucunés. La Planada se encuentra ubicada exactamente a siete kilómetros de Chucunés por un camino destapado. El recorrido total desde cualquiera de las ciudades principales dura aproximadamente tres horas y media.
1. Descripción general
La Planada tiene un área de 3200 ha que forman parte de la región ampliamente conocida como Chocó Biogeográfico; de acuerdo con la clasificación de ecosistemas de Gentry, La Planada hace parte de los bosques húmedos tropicales (bh-t) que comúnmente se denominan bosques de niebla. El rango altitudinal de la reserva va desde los 1300 hasta los 2100 m sobre el nivel del mar, la temperatura promedio anual registrada durante la última década es de 18° C, y dentro de las características más notables se encuentran el alto nivel de precipitación promedia anual (~ 4800 mm) y la densa capa de niebla que desciende desde las montañas cubiertas de nubes para dominar el paisaje de los atardeceres.
Una gran diversidad de animales y plantas encuentran en la espesura de los bosques de La Planada su único hábitat. Su vegetación es considerada exuberante y rica en especies únicas en Colombia y en el mundo y se caracteriza por tener un alto nivel de epifitismo, a tal punto que algunos botánicos la han denominado “El imperio de las epifitas”. En la reserva se han registrado 327 géneros de plantas, la mayoría de las cuales pertenecen a las familias Rubiacea, Melastomataceae y Lauraceae. En cuanto a su fauna, existen aproximadamente 243 especies de aves, de las cuales 24 son especies endémicas; entre ellas se encuentra el Tucán de montaña (Andigena laminirostris), ave emblemática de la reserva. Adicionalmente se tienen registros de mamíferos carnívoros como el ocelote (Felis pardalis), el gato tigre (Felis trigrina) y el perro de monte (Potos flavus), herbívoros como la danta (Tayassu tajacu), algunas especies de primates (Alouatta paliatta, Ateles fuscipes, Cebus capuchinus) y tres especies de venados (Mazama americana, Mazama rufina y Pudus mephistophiles). Por otra parte, algunos estudios preeliminares indican la existencia de aproximadamente 50 especies de reptiles y 30 de anfibios. Su ubicación intermedia entre las selvas de montaña y los húmedos bosques del pacífico han propiciado el encuentro de plantas y especies animales de ambos ecosistemas.
2. Estructura del bosque de niebla
Las arboledas que permanecen cubiertas por un velo de nubes durante buena parte del día son conocidas como bosques de niebla o bosques nublados. Esta nubosidad se forma cuando las capas de aire provenientes de zonas cálidas y húmedas se elevan hacia las montañas y al enfriarse pierden la capacidad de retener el agua en estado vaporoso. La presión atmosférica y los pocos vientos favorecen el detenimiento temporal del manto de nubes cerca de la superficie del suelo, lo que genera una intensa humedad en el ambiente.
La niebla, conformada por una gran cantidad de gotas de agua, se mezcla con la vegetación, contribuyendo a la alta humedad predominante en este tipo de ecosistemas. En el caso particular de La Planada, el aporte de niebla constituye más del 40 % del agua total que consumen las plantas y es uno de los factores de mayor incidencia en el desarrollo de la vegetación. .
Un bosque primario, es aquel que nunca ha sido talado totalmente pero se considera que ha sufrido transformaciones naturales o de origen humano, pero no se ha formado a partir de un segundo crecimiento. En La Planada, un bosque primario entresacado cubre aproximadamente la quinta parte del área de La Reserva Natural La Planada. De ellos se han extraído árboles de maderas finas como el cedro (Cedrela montana), el cuángare (Otoba lehmannii), el corocillo (Sloanea sp.) y el guayabillo (Psidium ooideum), especies fueron utilizadas por los propietarios de la finca antes de que fuera declarada Reserva Natural. Estos árboles y las epífitas que soportan, son claves en la alimentación de animales como osos, guatines, micos, aves y ardillas, e importantes como sitio de refugio y anidación. En esta parte del bosque aún es posible observar muchos árboles de gran porte como cauchos, guayabillos y guabos, con diámetros que sobrepasan los 70 cm de dap y 25 m de altura.
Bosques con alto grado de intervención se localizan en el área más cercana a la administración de la Reserva, y en total suman alrededor de 20 ha. Los bosques en regeneración de La Planada están creciendo sobre áreas que antiguamente fueron dedicadas a potreros para ganadería. El pastizal se ha recuperado hasta transformarse en un bosque joven donde la altura de casi todos los árboles es similar, cercana a los 17 m, y los troncos tienen más o menos el mismo grosor, que generalmente no sobrepasa los 20 cm. En este sector, los árboles aún no tienen lianas y la variedad de plantas epifitas es baja comparada con la que se observa en otros sectores de la Reserva. Esta estructura simple es muy diferente a la de un bosque maduro, donde los árboles tienen diversas alturas y diámetros y los más grandes sostienen gruesas lianas.
3. Contexto socio-cultural
En la zona de influencia de La Planada hay dos organizaciones comunitarias cuyo surgimiento ha sido fruto, en gran medida, del acompañamiento de La Planada: CAMAWARI (Cabildo Mayor Awá de Ricaurte) y la ODC (Corporación para la Organización y el Desarrollo Comunitario) de San Isidro. CAMAWARI es una organización del pueblo Inkal Awá (Gente de la montaña) que tiene asiento en el municipio de Ricaurte y agrupa los Resguardos y Cabildos Awa de esta parte del territorio. La comunidad indígena Inkal Awá , tiene asiento en el sur occidente de la región del Chocó Biogeográfico, en los países de Colombia y Ecuador. En Nariño (Colombia) los Awá se encuentran asentados principalmente en los municipios de Ricaurte, Barbacoas, Mallama, Tumaco y Roberto Payán, con una población aproximada de 15.000 habitantes.
La ODC, tiene sede en la vereda de San Isidro, Municipio de Ricaurte y reúne las personas y grupos organizados de esta comunidad. La mayoría de comunidades mestizas de la región se formaron alrededor de pequeños hospedajes para viajeros que empezaron a establecerse desde el siglo XVII a la vera del camino entre Túquerres y Barbacoas. Hoy en día ocupan numerosos asentamientos a orillas de la actual carretera que conduce al puerto de Tumaco en el océano Pacífico.
4. Bienes y servicios
Los bienes y servicios ambientales del bosque de niebla van mucho más allá de los aportes que en materia de flora, fauna y paisaje ofrecen a primera vista al hombre. Existen beneficios adicionales relacionados con la oferta de aire, la captura de CO2 de la atmósfera, y la cantidad, calidad y regulación de recursos hídricos. Adicionalmente, garantizan el mantenimiento de ciclos biológicos, son fuente de energía a través de la leña, y alternativa de educación ambiental, sin contar los beneficios medicinales que alberga, los cuales no han sido lo suficientemente estudiados por el ser humano.
La Reserva tiene actualmente un vivero forestal y un banco forrajero que abastecen de árboles y semillas a los finqueros vecinos, quienes son apoyados en la realización de actividades productivas sostenibles en sus fincas. Además, existe la finca Santa Rosa, ubicada en la vereda San Isidro, donde están implementados sistemas productivos demostrativos, entre los cuales se destacan los sistemas agroforestales, los bosques de proteína, las gallinas en pastoreo, la producción de cuyes, la producción de tomate orgánico y los estanques piscícolas.
La Planada también cuenta con un centro de Educación no formal donde se adelantan programas de desarrollo comunitario encaminados a fortalecer la organización y la participación ciudadana, se promueven estrategias de conservación y educación ambiental orientadas a sensibilizar al ser humano con los temas naturales, y se adelantas proyectos de investigación básica y aplicada que tienen en cuenta las necesidades de la población y el aprovechamiento racional de los recursos del bosque bajo el concepto de sistemas productivos sostenibles. Todas las personas interesadas pueden participar en este tipo de actividades, según la disponibilidad de cupos. También tienen la posibilidad de obtener certificados por su experiencia como guías y educadores ambientales.